¿Cuál es el mayor reto de un músico?

Muchas personas creen que si te sabes muy bien una obra, cuando estés frente a un auditorio no te pondrás tan nervioso y podrás interpretarla con errores de poca importancia (ya sabemos que errores, siempre los habrá). Pero no es cierto.
La cuestión del miedo escénico tiene un origen muy distinto del puramente técnico, que es el que solemos trabajar intensamente durante nuestro estudio.

En realidad, el miedo escénico tiene que ver con niveles mucho más profundos de cada uno de nosotros. Cuestiones como el autoconcepto, la autoestima, la confianza en uno mismo, son tan importantes o más a la hora de mostrar nuestra interpretación al público.

Descubre en este post Cómo superar, de una vez, el miedo a tocar en público.


Cuando estudiamos nos centramos mucho en los aspectos más ligados a la técnica musical: desde la técnica instrumental hasta los elementos armónicos, análisis estructural, intesidad, matices, etc. en fin, todo lo que está, por así decirlo, escrito en la partitura, y nuestro trabajo se centra en decodificarla.
Sin embargo, todo esto no es suficiente para lograr una buena interpretación o ser un buen músico.


Entonces ¿dónde está el misterio? ¿cuál es el verdadero reto del músico? 


La música nos obliga a comprometernos con nuestro desarrollo personal. Esa es la verdadera exigencia de esta profesión. No vale con estar seis horas diarias tocando tu instrumento. Se trata de trabajarse también uno por dentro. 
Además, nuestra formación enfatiza aspectos muy negativos y tóxicos para nuestro desarrollo: la competición, el "machaque" emocional, los falsos mitos como el talento o la capacidad innata de algunos sobre otros... vaya, que no ayuda mucho a lograr un equilibrio emocional, que es fundamental para ser un buen músico (además de ser una persona mucho más feliz).

Cuando empiezas a tocar un instrumento te imaginas que lo más difícil de todo es aprender todos los recursos técnicos y musicales (expresión emocional de la música). Pero para mí, personalmente, lo más duro ha sido aprender a lidiar con mis inseguridades, mis miedos, y esas voces internas que no me dejaban expresarme todo lo bien que podía hacerlo.

En general vivimos demasiado pendientes del reconocimiento y la aprobación de los demás -incluso para aquellos que pensamos que no solemos hacer caso de lo que opinen de nosotros-. Todo se mueve a un nivel tan lejano a la conciencia que es difícil identificarlo. Pero ahí va calando, poco a poco, cada vez que nos encontramos con una crítica, haciéndola propia, identificándonos con esas palabras ingratas que hacen que resuenen como un eco ensordecedor cuando estamos en el escenario.

Por eso, el reto más importante al que se enfrenta un músico es el trabajo personal:


  • reforzar su seguridad
  • no dejarse influir por las críticas externas (tampoco por los halagos)
  • saber escuchar lo que tienen que decirnos los demás sin vivirlo como un reclamo o una descalificación
  • mantenerse en uno mismo, conociéndose en profundidad, que nadie te confunda con etiquetas que no son verdad (no eres el mejor, pero tampoco el peor)
  • ser generosos y compasivos con nosotros mismos para no caer en la autoexigencia que tanto daño nos hace (podemos equivocarnos, porque de ello aprenderemos. El camino es largo y lo importante es la constancia y perseverar sin aferrarse a ideas preconcebidas. Progresar lentamente).
  • darse tiempo para aprender, y sentirse dichoso por los pequeños logros. Ya sabemos que nos queda mucho para ser "grandes músicos", pero de momento, podemos hacer pequeñas grandes cosas, y en lugar de fijarnos en lo que nos queda por hacer, es bueno reforzar la autoestima aplaudiéndose a uno mismo por lo que ya se ha conseguido. Nos han dicho que no es bueno reconocerse los méritos propios y, por el contrario, que debemos ser modestos y humildes. La humildad y la modestia no están reñidas con el reconocimiento propio. De hecho, ser capaces de ver nuestros méritos es tan sano o más como ver nuestros errores. 
La música nos expone a nuestros miedos e inseguridades. Por eso, afrontarlos en lugar de dejarnos secuestrar por ellos es imprescindible para poder interpretar dejando ver todo nuestro potencial.
¿Estáis de acuerdo conmigo? ¿creéis que este es el reto más importante de un músico? ¿se me olvida algo que haya sido fundamental en vuestro recorrido como músicos?



Comentarios

  1. Este me parece un comentario muy asertivo.
    El miedo escénico puede arruinar la mejor preparación.
    El autocontrol, que unos consiguen con la práctica del yoga, otros con la meditación, otros con muchas horas de estudio, etc, es indispensable a la hora de tocar en público

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    1. Por supuesto, Wilfer!! tenemos que prepararnos para tocar, cada uno a través de lo que mejor le resulte, pero es indispensable tener en cuenta que en el escenario no todo es técnica del instrumento.
      Un abrazo, y gracias por tu comentario.

      Mar.

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  2. Rodrigo olivi de argentina7 de junio de 2016, 18:48

    Muy interesante. Sin dudas el pánico escénico se lo trabaja desde muchísimos enfoques, incluso una buena alimentación y vida saludable.

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