No me apetece tocar... ¿seré mal músico?

Existe un mito tácito en la vida del músico que produce muchas frustraciones y pocas veces se desmiente: el mito de que al músico siempre le apetece tocar.


Algunos alumnos me cuentan preocupados que están atravesando un momento en el que no les apetece tocar y se cuestionan su capacidad para ser músicos. "¿Cómo podré ser un buen músico si no tengo ganas de tocar a todas horas?", "¿a lo mejor es que ya no me gusta hacer música?", son algunas de las preguntas que atormentan a los músicos cuando pasan por uno de esos momentos en los que día tras día, no tienen ganas de tocar su instrumento.

Estas preguntas les van sumiendo en un estado de malestar y frustración que suele provocar, entre otras cosas, mala conciencia y la sensación de estar "fallando" sin saber muy bien a qué: a tu profesor, a tu instrumento, a la música en general, a tus padres, a ti mismo...
Como cuenta Guillermo Dalia, «en cuantas ocasiones no se estudia para disfrutar, para sacarle placer al momento, sino para evitar el malestar que provoca el ver que no lo hacemos» (2008, p.72)
Esta situación que se dará, inevitablemente, en todos los músicos, suele estar, para colmo, silenciada; es decir, los músicos no contamos que llevamos unos días o semanas sin tocar; al contrario, solemos hacer creer a nuestros amigos y compañeros que hemos pasado más horas de las que realmente hemos pasado, dando demasiado valor a las horas que se pasan tocando, como si el número de horas nos hiciera mejores músicos. Esta idea está sostenida por la creencia de que ser un buen músico es, prácticamente, una cuestión de horas.

Malcolm Gladwell (2013) se refirió a la famosa "regla de las diez mil horas" definida en 1973 por Herbert Simon, que afirma que, tras ese tiempo realizando una tarea, cualquier persona se convierte en experto en dicha tarea. O lo que es lo mismo: ser experto es una cuestión de tiempo. Sin embargo, el propio Gladwell también indica en su libro que el éxito, además de esfuerzo y dedicación, también requiere un contexto apropiado para que suceda, por tanto, parece ser que no todo es, en el fondo, cuestión de tiempo.

Igualmente, el psicólogo y autor de la Teoría de las Inteligencias Múltiples, Howard Gardner (1995), también afirma que los grandes descubrimientos científicos o las grandes obras de los creadores más singulares se produjeron a los 10 años de estar trabajando en su disciplina.
«Sin querer ver más magia en un número que la que puede probarse, me ha sorprendido a lo largo de este estudio el funcionamiento de la regla de los diez años. (...) Como ya ha quedado bien documentado en estudios de psicología cognitiva, a un individuo le lleva alrededor de diez años conseguir el dominio inicial de un campo». (Gardner, 1995, p.475)
Sin embargo, es importante tener en cuenta que, aunque efectivamente es necesario el paso del tiempo para ser experto, no significa que en todos esos años de trabajo no haya momentos de ciertos altibajos o descansos de la actividad.

👉 Dalia insiste en la necesidad de que los músicos descansen, al menos, un día a la semana.

El famoso escritor norteamericano T.S. Eliot pasaba largos periodos de tiempo sin escribir y, en cierto modo, se jactaba de no ser un autor demasiado prolífico. Sin embargo, su obra es mundialmente conocida y ha sido una de las grandes figuras de la literatura.

«Nathan Milstein, un famoso violinista del siglo XX, contaba que su maestro, el legendario Leopold Auer, le juraba que practicar todo un día mecánicamente equivalía a hacerlo una hora y media usando la mente con atención plena» (citado en lanación.com).

👉 Algunas ideas necesarias:

Aunque es obvio que para alcanzar un buen nivel como músico serán necesarias muchas horas de trabajo, es importante recordar tres principios que considero necesarios para "sobrevivir" a los días en que las ganas están flojas.
  1. ☝No es necesario tocar siempre, a todas horas. Es bueno planificar un tiempo de estudio suficiente, pero dedicar tiempo al descanso, no solo físico sino también mental, es decir, desconectar totalmente de la música será beneficioso. Te recomiendo este artículo para que puedas mejorar el rendimiento del tiempo de estudio sin incrementar las horas que le dedicas. Es más importante la calidad del estudio que el número de horas.
  2. ✌No se debe estudiar porque sí, por rutina o por obligación, sino por placer y disfrute. Recuerda que elegiste la música porque te gusta, porque te hace sentir bien. Si tienes un examen o clases y tienes que estudiar,  puedes intentar recordar qué cosas te gustan de la música, qué te hace sentir, y puedes buscar qué cosas positivas tiene la obra que estás estudiando: por qué te gusta, cuál es su encanto, qué puedes tú aportar de valor con tu interpretación a la obra... Enamórate de ella mirando las cosas buenas que tiene en lugar de centrarte en lo que te disgusta.
  3. 👌No tener ganas a todas horas es normal. Bueno, parece una obviedad pero si hace falta, se repite. Piensa en alguna actividad que te encante (además de la música, claro); algo que creas que podrías pasar el día haciendo sin cansarte. Pues bien, incluso en eso que estás pensando puede suceder que llegue un momento en que no puedas más y no tengas ganas. No pasa nada, no es un peligro ni una infamia, simplemente ERES HUMANO, y hay momentos en que necesitamos cambiar de actividad, descasar, relajarnos. Por mucho que te guste hacer música, habrá días que no tengas ganas de tocar y NO SIGNIFICA NADA.

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Bibliografía

Dalia, G. (2008). Cómo ser feliz si eres músico o tienes uno cerca. Madrid: Mundimúsica.
Gardner, H. (2010). Mentes creativas: una anatomía de la creatividad. Paidós.
Gladwell, M. (2013). Fuera de serie. Por qué unas personas tienen éxito y otras no. Taurus.

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