RUDIMENTOS PARA LA IMPROVISACIÓN


RUDIMENTOS PARA LA IMPROVISACIÓN


Para comenzar el estudio de la improvisación es importante conocer en profundidad las notas sobre el diapasón, así como un conocimiento reflexivo y amplio de armonía.
Para ello, vamos a comenzar aprendiendo cuestiones básicas, tanto de la armonía como del diapasón. De manera que os propongo un método de estudio, para ir visualizando con mayor facilidad donde tenemos las notas del acorde de Do mayor, y a su vez, vamos a ir viendo las diferentes posiciones y estados en que podemos encontrar este acorde sobre nuestro mástil.

Es un trabajo de iniciación, que iremos desarrollando después con otros acordes (principalmente, el dominante y subdominante), para después ir juntándolos creando cadencias perfectas por todo el diapasón, con todo tipo de estados y posiciones.


Acordes. Posiciones y estados

Las notas de cualquier acorde pueden ordenarse de distintas maneras sin alterar la función armónica que cumple dicho acorde (aunque con matices). Es decir, que podemos invertir el orden de superposición de las terceras que componen un acorde de manera que éste siga siendo el mismo. A esta cualidad de los acordes se le denomina Estado.
Toda tríada puede estar en tres estados:


  • Estado fundamental: con la tónica en el bajo.
  • 1º inversión: con la 3º en el bajo.
  •  2º inversión: con la 5º en el bajo.

Además, todos los acordes pueden formarse en dos posiciones:

  •  Abierta: cuando las notas del acorde están separadas entre sí más de una octava.
  •  Cerrada: cuando las notas del acorde son consecutivas.

Vamos a trabajar sobre el acorde de Do mayor, para reconocer sobre toda la longitud del diapasón las posibles posiciones y estados en que podemos formar dicho acorde.

Dividiremos el mástil en tres partes, para ir conociendo las notas por zonas:
  •  La primera zona es la que abarca los tres primeros trastes.
  • La segunda zona abarca del traste IV al VII.
  • La tercera zona abarca del traste VIII al XII.


Comenzamos trabajando en la primera zona. Vamos a ver qué posibilidades tenemos de construir el acorde mayor de Do.

En primer lugar, debemos fijarnos en la nota más grave que podemos dar con la guitarra, que es un Mi en la 6º cuerda. Como Mi es la 3º del acorde de DoM, podemos hacer una 1º inversión, como primer estado posible. De igual manera iremos construyendo todos, fijándonos en cuales son las notas más graves posibles. Así, la segunda posibilidad que se nos presenta es la 2º inversión, pues tenemos un Sol en la 6º cuerda (3er traste).

Colocamos la nota del bajo, y el orden del resto de notas del acorde las va a determinar la posición (abierta o cerrada) que queramos construir. Si queremos que haya una mayor amplitud sonora, recurriremos a una posición abierta, es decir, que las restantes notas del acorde estén alejadas entre sí por más de una octava. Si queremos menor amplitud sonora, buscando un sonido mucho más compacto, como un cluster, entonces recurriremos a la posición cerrada. El orden en que se coloquen estas notas es indistinto; irá en función de qué nota queremos destacar, porque debemos recordar que las notas extremas (bajos y sopranos) son las notas que podemos escuchar con mayor claridad. Por tanto, poner una nota u otra en la voz más aguda tendrá razón, o bien melódica o bien por interés armónico.

Así, en la primera zona del mástil podemos hacer las siguientes posiciones y estados:
  



Ahora veremos las posibilidades de construir un acorde mayor de DO en la segunda zona del mástil (del IV al VII traste). Surgen las siguientes posiciones y estados:


                                                                                                                                                                                     
Y por último, veremos las posibilidades en la tercera zona del mástil (trastes VIII –XII):






No son todas las posibilidades, porque hay muchas opciones, pero sí es una aproximación para que puedas continuar buscando por tu cuenta.

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